La luna a medias, en el cielo flota,
Como yo, dividida, entre la luz y nubarrones.
Una mitad brilla, radiante y serena,
La otra, yace hundida en tinieblas de pobreza.
La ventana, abierta de par en par,
Deja entrar el viento helado y cruel, éste me abraza inmovilizando mi alma.
Y Acortando mi respiración invoca el insomnio .
Allí... En el abismo, entre el sueño y la vigilia,
Cuando mis ojos fijados en ese punto de plata, se dan por vencidos,
allí... Una mujer a orillas de la playa danza...
Su piel, adornada de luz nocturna brilla.
Mil sonrisas de estrellas le caben en el pecho.
Un jinete que para su encuentro a cruzado constelaciones y revivido planetas,
Cabalga ansioso por las orillas de lo místico,
Para darle un amor entero que cabe en un beso.
Y viéndola partir, como cada día hacia el mundo de los vivos... También se va, a donde pertenece,
Para seguir buscándola en la vida real .
O engañarse con un amor que se le parece