Sentado en tu regazo,
contemplo.
Eucaliptos y pinos,
en la danza iluminada de la tarde.
Tanta luz absorben,
tanta luz se filtra.
Sentado en tu regazo,
contemplo.
El viento pinta en tu piel
inconstantes cuadros,
de luz y silencio,
de sombra y melodía.
Ya comienza a volar
detrás de los edificios,
(tan rectos, tan distantes),
la falda roja del atardecer.
Sentado en tu regazo,
contemplo.