Magnífico soñar el que deslíe
su cálida sonrisa que enamora;
oyéndole en su voz la dulce nota
que invita del amor a lo sublime.
Su mágica figura siempre viste
la gracia de una fúlgida amapola;
y lleva en su mirada luz que evoca
el bello resplandor de tierna sílfide.
Su boca tan sensual y tan jugosa
de mieles es espléndido convite;
llevando de pasión la flama roja
que logra que mi pecho siempre vibre;
sintiendo que navego por la gloria
en alas de sus besos increíbles.
Autor: Aníbal Rodríguez.