Cuando el amanecer comienza a vestirse de colores,
dejando atrás y de lado esa vestimenta gris y oscura de la noche.
Cuando se enmudecen los gruñidos y alaridos de las bestias nocturnas,
apocadas por el hermoso canto de las aves en sus nidos.
Cuando la mente ya descansada y fortalecida por ese recuperador descanso,
en donde la alegría y rejuvenecimiento del alma se llena de ánimo en un nuevo despertar,
habiendo eliminado el desgaste del día anterior,
dejando en el olvido esos fantasmas mentales que poco ayudan al crecimiento personal.
Es allí cuando saldrás fortalecido y con nuevos aires de confianza y seguridad,
para comenzar un nuevo día con ese magnetismo y poder de atracción de lo bueno,
recién podrás enfrentar a ese demonio que llevas dentro,
aquel que te impide luchar por tus sueños e ideales,
colocando escusas banales y te trunca en el camino para ser feliz.
Sácate de tu mente las escusas que limitan tu crecimiento,
al final todo termina siendo mental,
si eres incapaz de ver por ti y tu crecimiento,
colocando negativas respuestas antes de ejecutar las acciones siempre te irá mal.
Tu mente es activa,
dale las ordenes necesarias para que sea pro-activa y desarrolles lo que debes hacer,
todo triunfo o derrota termina siendo mental.
No te dejes vencer por los fantasmas que siempre rodean tu mente,
no es ganar,
el éxito es hacer.