Un universo frente a mi,
dimensiones incalculables,
desproporcionadas ante las medidas donde
se almacenan mis pensamientos,
matemáticamente incomparables y
a la vez tan semejantes.
eternamente proclaman
\"cada cabeza es un mundo\"
desde la física,
se explicaría como un híbrido
entre fuerza centrípeta y centrífuga,
incomprensible e inexplicable.
Aquí, ante el papel en blanco,
como si estuviese de frente a un universo,
cuyo lienzo se entinta con el color de las palabras,
esas que agridulces, sombrías y coloridas
conforman el arte en sus más íntimas expresiones,
dentro de una paleta de multidiversos colores,
percibidos polivariadamente.
Y es el \"viverso\",
lo que da vida a la prosa,
eternificándola,
vivificando a través de cada pincelada,
los diferentes paisajes que componen
en el libro de la vida,
los episodios que conforman esta tragicomedia.
Si musicalizar pudiera mis letras,
convertiría una poesía en melodía,
a la cual titularía Verb To Be
y sonaría así
\"me he perdido tratando de estar,
cuando lo que debo estar haciendo es ser,
y no estar siendo lo que no soy\".
Y si coreografiarse,
pudiese mi poesía,
sería esta una danza
en la cual mi alma bailaría.
El ritmo, el són, el color, la sazón,
en sus múltiples pluralidades
atraviesan por rapsodias
que transmutan incesantemente la cosmovisión del ser,
conduciéndole hasta las profundidades mas abruptas del interior humano.
Aunque transformados en arte,
el dolor y la injusticia
serán siempre el origen de una expresión intensa,
aquí desde el papel me cuestiono
una incógnita digna de teorizar
¿La oración como excusa y justificación ante el caos social?
y así, otras interrogantes de semejante magnitud.
La línea de tiempo de mi vida,
me trae hasta aquí,
hasta el papel,
donde estando frente a esta inmensidad,
puedo ser.