Nunca me he tratado bien,
Nunca me he he hecho el favor de amarme,
Unos dicen que nací del muslo de Narciso;
Otros que amanecí cuando Venus salió del mar,
Yo solo sé que soy así, desordenadamente frágil,
Terriblemente solitaria, hija de la lluvia y de las ganas de soñar
Ave del paraíso que nunca será memoria.
Traviesa flor que quiere interpretar el lenguaje de los huracanes y la fonética del silencio.
En mi guardo una capital de signos distintos y para Identificarte tengo un armario lleno de amores y colores,
Una hoja blanca… tinta turquesa para dibujarte,
Pinceles que bailan esperando encontrarte, una ciudad amurallada con espacios, comas y mi arte.
Nunca me he tratado bien y solo las aves blancas tienen las llaves de mis secretos.
Me paseo por las noches cerca de tu avenida,
No sé si me has visto pero creo que he dejado mi vida,
A veces quisiera hablarte, no sé si lo has adivinado
Pero de estas ganas todo me ha salido mal logrado,
Nunca me he dado a la tarea de amarme,
No sé si mi parte de Narciso o mi beso de Venus han llegado a atraparte, pero... una cosa si sé nunca me ha sentado bien amarte.
Sabag, sabag