llega el viento mordiendo lunas
en tus mejillas pálidas.
otra luna fluorescente de caña brava
te recorre toda, como un río bajando
a ciegas una colina.
quiero empaparme.
lanzarme mar adentro pero contigo
hundirme y flotar, silbar en tu azul idioma,
sentarme a pescar, buscar caracolas
en las orillas de tus labios tibios.
amo tu cuerpo tendido y desnudo
como un pensamiento escrito y al momento
en que estás expuesta como una pausa
en la que vivo y respiro.
eres la grieta por donde escurre el tiempo mío.
soplan las horas, anarquía de los minutos
ya compartidos. canta al cielo este corazón
alegre hecho un fonógrafo o un eco delgadito.
yo te miro y en el trópico de tus ojos claros,
fotografío este sosiego.
qué alegría saber que existes
y que estás conmigo...