Cuando el otoño se precipita
y sus rendijas se agrietan y deportan la niebla acumulada,
y reculan los quehaceres anodinos de las tardes,
y se ofenden los jueces y abogados del placer,
restaurando la depresión, nuclear, infinita y personal...
todo se quiebra...
Cuando el otoño se precipita
e invade prohibidos territorios
disponiendo a su favor el juego sucio,
como animalillo de laboratorio en pruebas,
que de terror en vena se tiñen sus ojos inocentes...
todo se quiebra...
Cuando el otoño se precipita,
y ni un alma se asoma al balcón de mis ojos,
y gris es el azul
y el azul ficticio azul
como falsificado paisaje,
que se extingue, que traspasa, que fenece...
...todo se quiebra.
RBP (2/9/24 - 18:07)