Cuando te quiero escribir
se me trastocan los versos
y mis garabatos sombríos
se tornan lindos y trémulos
y un torbellino de ideas
emerge de mis adentros
como un sentir de antaño
que se acerca a los recuerdos.
Las plumas danzan en el aire
como aves en primavera
y cada palabra se asoma
como un brote en la espera.
Escribo en la penumbra
donde la vida fluye y canta
y en cada letra se encienden
los ecos de tu mirada.
Las hojas se llenan de sueños
se entrelazan con mis anhelos
y en el silencio profundo
tu risa se vuelve cielo.
Cuando comienzo a escribir
los versos sienten el fuego
y el papel, en su blancura
se convierte en nuestro encuentro.
Cuando te voy a escribir
se coronan mis anhelos
el amor canta a la vida
el cielo se hace más cielo
y de un simple garabato
cae un torrente de versos!
Les ha ocurrido que muchas veces el papel en blanco espero por los versos y lo llenamos de garabatos? Es el famoso síndrome de la página en blanco es una experiencia común entre escritores y creativos caracterizada por la incapacidad de iniciar un proyecto o continuar con uno ya comenzado. Este fenómeno puede surgir por diversas razones, como el miedo al juicio, la presión por cumplir con expectativas o la falta de inspiración. A menudo, se manifiesta como una sensación de bloqueo mental, donde la mente se siente saturada de ideas, pero incapaz de concretarlas en palabras. Pero al escribir a alguien amado, esos garabatos se convierten en palabras y brotan a raudales para que nazcan extensos poemas y prosas.