no son las cosas
que me esfuerzo en recordar
las que me entristecen y
me hacen llorar
sino aquellas cosas
que no puedo olvidar
si fuera posible olvidar
un mar de recuerdos
no sería la felicidad
la que llenaría ese espacio
habría sólo olvido
nada que pudiera servir
de cobijo o compañía
durante los largos y fríos
días de invierno
cuando las cosas del pasado
son más añoradas
si bien
nada es para siempre
algunos recuerdos duran
toda la vida
yo los llevo ineludiblemente
con una sonrisa al natural
en una mezcla de calor
frío y melancolía
ceñidos al cuerpo
como finas piezas de vestir
sobre y por debajo de mi piel
como tatuajes indelebles
prueba de que he vivido
he sido feliz, he amado
me han amado y
la trayectoria…
ha valido toda la pena