Acá en el sur, la noche llora tu nombre,
El saberte distante en cuerpo ... En tiempo y en espacio...
Me destruye constantemente el alma.
El aroma ha cambiado ahora que el invierno se marchó.
Los flecos de un vestido primaveral adornan la ciudad,
Y aunque respiro constantemente el dulce sabor a azahar...
Al cerrar los ojos yo, dibujo tu rostro, así, sin más.
Porque, todo lo bello, todo lo perfectamente especial, se redirige siempre hacia el norte