Eros Corzo Camacho

Poema 5 Voce notturna

La dulce melodía que nace de tu boca y se convierte en tu voz, es himno de los ángeles, cómo me encantaría morir recordando esa voz que hace placentera la muerte. Tu voz adorna mis penas y mi corazón olvida el tiempo cuando pronuncias mi nombre.

 

Quiero ahogarme en el mar de tu cuerpo, tocar islas, explorar los bosques, tocar su fruto ilegal, beber la leche de tus manantiales, quiero hacer contigo lo que la primavera hace con las flores, para darle sentido a los que murieron en guerras o enfermedades, yo te regalo mi semilla para que la germines y luego florezca a luz de tu vientre.

 

¡Oh, amor mío! La luna hace juego con tu cabello, la noche rima con tu silueta, el frío nos calienta el cuerpo, pero ese mismo frío hace que hiervan nuestras almas, esas almas tan desesperadas, esa misma noche se abrieron las flores más bellas de los campos y tú también.

 

Un beso tuyo es la cura de este poeta, mujer a ti te esculpieron los ángeles más refinados, Dios pensó tu rostro un segundo más antes de lo esperado, porque selló el universo a tus ojos; te dio gestos de primavera, voz que macera muertes, piel blanca que impacta mi sentido del tacto, moriré primero y te esperaré donde nace el viento que exclama tu nombre.