Cuando me miras el mar susurra apenas
y me trae a la orilla caracolas y estrellas
una manta de espuma salpicada de perlas
ese fino salitre que en mi cuerpo se mezcla.
Cuando me hablas se abren todas las puertas
y el corazón se asoma a ver el sol que llega
finos rayos dorados filtran por la arboleda
y se secan las lágrimas que la noche vertiera.
Cuando te acercas, caravana de sueños
navegan en mi sangre, mi cuerpo se estremece
tu esencia es la saeta, y mi alma la diana
donde de plano pega, y me muero y renazco
sobre un mar de violetas.
Cuando me amas, tu mirada enciende la pasión
y tu palabra es brisa que le canta al amor
una lluvia de besos empapando mi piel
avivando emociones que hasta hoy encontré
despertando en mis labios gemidos de placer.