Lentamente, se subió el corpiño, era de noche, una joven, que se ganaba la vida en las ramblas.Tomaba jerez de la montaña y reía en el bullicio, de la barra de un bar. Mientras que algún cliente, ya mayor, y de hace años, era su favorita.Le gustaba contar sus historias, más que hacer el amor..Esta era una buena oyente.Asimismo, Irene danzaba muy bien, despertando sus sentidos, algo adormecidos, por la edad y el alcohol.De todas maneras, era todo un caballero, muy generoso, con el cual ella contaba todos los meses, para pagar el parvulario de su niño pequeño.Había sido capitán de navío,vestía clásico y su ropa olía a naftalina, recuerdos de su señora fallecida.Cuando Irene estaba sentada, con otros parroquianos y a espaldas de la la puerta, pero su olor, lo delataba.Inmediatamente se daba vuelta, dejaba a los probables clientes y se lo llevaba a un reservado.A ella le gustaban las rabas y al también.Bebían vino y la noche tomaba su magia.La aventura había comenzado.Habían constituído casi un vínculo familiar.Le preguntaba por su padre, que había dejado en su país de origen. Estaba viejo y ella muchas veces le envíaba dinero, tampoco le sobraba mucho...Pero le gustaba tener de alguna manera a su padre cerca. Le escribía cartas contándole lo linda que era la ciudad y que había conseguido trabajo, en una tienda.Inventó que su dueña era muy generosa, cuando las ventas aumentaban y le daba un plus.Ahí , ella le giraba el dinero.Sus visitas a Irene y al bar, fue cuando su mujer cayó enferma, ella fue de gran apoyo. En otras oportunidades, contrataban sus servicios, tenía buenos modales y sabía más de un idioma.Entonces se presentaba como una señora de ejecutivos, o empresarios, para cumplir algún evento social.Estos eran gays y no estaba bien visto, que todos fueran con sus esposas, y contrataban a Irene.
(rosi12)