Quise volver a casa;
allá a la infancia,
rehacer mi vida,
porque el inventario
de errores era voluminoso,
arrepentido de todo,
la experiencia ganada la usaría
para ser formidable.
Reaccioné.
No vale la pena,
cometeré tantos o más errores,
tendré que volver a recomenzar,
una y otra vez,
como la condena de Sísifo.
La vida debo vivirla sólo una vez,
corregir los errores del pasado,
no me hará no cometer nuevos errores;
es que la vida es, quizás, el primer error,
solución simplista,
ya no me queda tiempo
para cuestiones rebuscadas y complejas,
el presente es lo único que me queda,
debo aprovecharlo en toda su riqueza,
pues soy multimillonario en tiempo,
nadie me obliga a no derrocharlo
en lo que yo quiera.
No, no regresaré en el tiempo,
esas circunstancias son irrepetibles,
en el hoy puedo usar mis pocas herramientas,
no soy ningún dechado de talentos,
el único talento que puedo explotar es
ser yo mismo, tal cual soy,
sin imposturas,
así es como he que montar.