Yamila Valenzuela

Existo.

En medio de la noche

mi ser peleaba sin cuartel

para alcanzar tu mirada

esa que cubría mi esencia de miel.

 

Esperé tanto tiempo

que un viento frío me envolvió

sin permitir que el sol brillara

sobre mi desasosiego y sobre él

incubándose en mi alma

una tristeza cruel.

 

Para qué esperar aquí

si jamás volveré a tu vergel

donde con tus pinceladas de amor bullí

llevando en mis entrañas este amor fiel.

 

Existo teniendo la certeza

que de nuevo mi alma labraré

con delicadeza y un suave cincel,

consiguiendo una alba y casta belleza

que con mi esencia abrazaré.

 

Mi sol brillará de nuevo

porque a mi centro lo restauré

con níveas y grandes alas

disfrutando la paz que encontré.

 

Iré hacía ese gran horizonte

donde mi sol entibia mi piel.