Es tu cuerpo, mujer,
el que me tiene en jaque,
me acaricia, me hipnotiza,
me quema con llamas azules,
me encanta y canibaliza.
¡te deseo!…
Y mi mente carcelera,
vistiendo de carnaval
susurra en mis oídos
infinitos: ”eres mía”
que dejan embobado
a gozador prisionero.
¡te quiero!…
Y mi corazón expectante
ante toda esta fiesta,
de risas y caricias,
se remueve y despierta;
sublimar este amor…
es su persistente apuesta.
¡Te Amo!…
Angel Miguel