No hay palabras bonitas en mi Poema,
mejor que sea todo ataraxia,
porque concebirlas, amerita una estratagema,
que deja mi pensamiento en una verbal asfixia.
Pensé que sería sencillo, vaya dilema,
vivir por vivir, amar por amar,
todo se presenta de repente, sin esquema,
hasta odiar… pero no por odiar.
Odio por una razón…
O por varias
sólo obedezco a mi corazón,
cuando dicta que amar u odiar deberías.
Amar a la doncella, por su belleza interna,
no solo por la externa, aunque tenga bonitas piernas,
odiar a los adúlteros y traidores, meterlos en una cisterna,
que sufran en el averno y sus horas se hagan eternas.
Que del suave pétalo que se desprendió de la rosa,
como esa lágrima que de tus ojos se desprende,
se elaboré el más aromático perfume, por tu alma que solloza,
cuando por esa y una lágrima más, mi corazón a amarte aprende.
El ademán de tus labios, a los míos acercarse,
cuales danzantes en un amoroso preludio,
crea en mí, efervescencia, al ver la noche aproximarse,
y en el viento quedará grabado, un \"Te Amo\" sempiterno, que oirás en sus audios.