Kalico Kalisficcio

Empatía

No es mismo candor,

es misma cadencia:

 

la hiperventilación recién nacida,

primera vez sintiendo aire.

El pulso vivo, bien vivo,

primera vez armado ante la vida.

El intervalo entre llanto 

y vuelta al rosario.

Mismo ritmo.

 

No es misma intención,

es misma intensidad:

 

Lamentar 

haber matado al padre.

Un hijo que desea volver 

a antes del suicidio.

Amar por primera vez

a la madre.

De misma magnitud.

 

No es solo ser humano,

es su humanidad:

 

La hiperventilación

de ver a un hijo malformado.

El pulso vivo, bien vivo,

primera vez amando,

aun estéril.

La intervención de amar

a sus padres antes de siquiera

lacerarse a uno mismo.


De cualquier lugar,

de cualquier tiempo,

de cualquiera vivo.