Gerardo Barbera

EL GATO

 

 

 

 

El mismo calor infernal,

la mirada de mis amigos,

bueno, da igual,

un gato cruza la calle

sin ganas de vivir.

 

Un trago de ron barato,

dos botellas escondidas

Juan se toma media botella

de un solo trago,

respira angustiado,

Pedro busca la botella,

le sirvo un trago,

me regala un cigarrillo,

es un amanecer cualquiera

los vecinos murmuran,

“miren al doctor”,

a mí, me da igual,

tomaré otro trago,

demasiado calor.

 

Soy abogado,

el título en la pared

de la casa vieja,

el gato busca comida

en los basureros,

queda una sola botella,

no tengo hambre,

ni vergüenza.

 

Se acerca una tormenta,

la brisa helada,

y siento calor en todo mi cuerpo,

ni siquiera hablamos,

bebemos sin parar

hasta que resista el cuerpo,

es mejor así,

beber sin descanso,

hasta que llegue la noche,

tengo hambre,

nos comeremos al gato.