El mismo calor infernal,
la mirada de mis amigos,
bueno, da igual,
un gato cruza la calle
sin ganas de vivir.
Un trago de ron barato,
dos botellas escondidas
Juan se toma media botella
de un solo trago,
respira angustiado,
Pedro busca la botella,
le sirvo un trago,
me regala un cigarrillo,
es un amanecer cualquiera
los vecinos murmuran,
“miren al doctor”,
a mí, me da igual,
tomaré otro trago,
demasiado calor.
Soy abogado,
el título en la pared
de la casa vieja,
el gato busca comida
en los basureros,
queda una sola botella,
no tengo hambre,
ni vergüenza.
Se acerca una tormenta,
la brisa helada,
y siento calor en todo mi cuerpo,
ni siquiera hablamos,
bebemos sin parar
hasta que resista el cuerpo,
es mejor así,
beber sin descanso,
hasta que llegue la noche,
tengo hambre,
nos comeremos al gato.