Déjame desnudar tu alma, como el viento acaricia al día, revelar la esencia calma que en tu ser se escondía.
En un instante que compartimos, el tiempo viaja lentamente.
Las miradas son caminos, que en lo eterno nos convierten.
Un cariño que nace, en el se enciende el fuego lentamente, el susurro que nunca se hace, pequeño ni olvidado.
Solos tú y yo, dos almas navegantes de un destino, en la profundidad que brota, de un abrazo divino.
Permíteme ver lo más profundo, donde los sueños se entrelazan, en el silencio nuestros corazones se abrazan.
Con cada beso entregado, se dibuja un mundo nuevo, un universo donde amamos, los deseos son solo nuestros.
Así en el viaje eterno del amor tan intenso y puro, moriremos entre abrazos besos lo más puro, dónde solo te diré eres mi lugar seguro.