Yo sigo siendo yo,
hombre enamorado,
acompañado
o en solitario,
siempre cortesano.
Yo sigo siendo yo
ante los retos de hoy,
escucho ecos y soplos,
cuando duermo y sueño.
Yo sigo siendo yo,
alegre o lánguido,
inhiesto caballero
de amor cándido.
Yo sigo siendo yo
al ir a algún lado,
escribiendo y existiendo,
amando y trascendiendo.
Y en los ámbitos
del abstracto tiempo,
ando el camino,
a ver si te abrazo.
Y si te consigo,
te diré, te quiero,
estaré contigo
amor excelso.
Yo sigo siendo yo
cada vez que te veo
sempiterno anhelo
de ímpetu poético.