Vamos tomados de la mano
a visitar los astros
en la primavera de todas sus regiones,
nos quedaremos,
olvidados,
dormidos uno en los brazos del otro,
sin despertar jamás.
Qué inmenso silencio,
cuánta paz,
nuestra voz será un murmullo en el espacio cósmico,
nos miraremos eternamente a los ojos sonriendo.
Las estrellas brillarán con nuevos colores,
amaneceres llenos de espejismos y sombras,
las luces de los atardeceres levantarán las lunas,
el tiempo se detendrá;
tú y yo.