Ayúdame a mirar dulce amor mío!
Tú mi amor en la tormenta,
Tú mi sol mayor que a la ausencia se asoma…
Si en tu risa clara adivino el mundo,
si en tu geografía dorada
se instalan todos mis volcanes y a veces el horizonte frío,
Si cuando me miras parece que florece un bosque de jazmines escondidos.
si al lado de tu lado mis manos son memoria de un paisaje henchido de miel y sentido.
Ayúdame a mirar que al mirarte existo,
como esas historias que se inventan
cuando necesitamos una estrella,
como esos mitos que sabemos que no existen y les damos vida.
Ayúdame amor mío y saca mis sueños del impávido olvido.
Ayúdame a mirar con ese verde fuego de tu mirada…
Este mundo que tiembla y nos entrega a la nada.
Sabag, palabras escapándose