Princesa mía...
Cuando el tic tac de la pared
detenga sus disparejas piernas
en el punto esperado
me tocara partir...
Entonces caminare,
como guardián y guerrero,
con el machete sin filo
en la cintura aferrado
y en la mente
una princesa por rescatar,
con osadía y destreza
por anhelos de amar.
Estando en el mundo de los vivos,
regresando de mi sueños de guerrero
me dirijo a mi portal,
y con la mirada lejana
recuerdo su recuerdo
y en tanto recuerdo no recuerdo,
haberla rescatado nunca del mal.
Princesa mía, ya sé
que cuando besabas mis mejillas
mi barba te raspaba,
y el recuerdo que te quedo
de mi boca de fuego
fue ese amargo sabor a cerveza.
Princesa mía, desearía nunca dejar de soñar
pero postrado en mi lecho
me duele pensar
Que nunca te rescate del mal...