Tengo un corazón que ya no quiere latir,
de tanto esperarte, me dejó morir,
su pulso se apaga, no sabe qué sentir,
y en este vacío, no hay por qué seguir.
Me habla en silencio, sin fuerzas, sin vida,
\"¿Vivir para qué, si ya es solo caída?
Te fuiste esperando, en vana partida,
y ahora soy sombra, perdido en la herida.\"
Le pido que aguante, que luche un instante,
pero se hunde más, frío y distante:
\"¿Para qué late un pecho tan errante,
si el amor que buscabas se fue vacilante?\"
La tristeza me envuelve, ya no tengo aliento,
cada día es más gris, más hondo el tormento,
y yo, en el abismo de mi sufrimiento,
no quiero vivir ni un solo momento.
Sin ti, ya no encuentro razón de estar,
ni el sol ni la luna me pueden salvar,
mi pecho, sin pulso, se niega a gritar,
y el corazón muerto no volverá a amar.