SUS MANOS.
Solo sus manos pueden impulsar a los rayos del sol a buscar el día más conveniente, solo ellas pueden provocar más belleza que el viento sobre el día. Solo sus manos pueden afinar caricias en lo indomable (nada más puede otorgarle al cielo lo majestuoso); es por esas manos que la luz palpita hacia el infinito, y no hay otras capaces de alegrar jornadas mejor escritas.
Son sus manos las que arriesgan cuando todo está perdido, son ellas las que encuentran el camino prohibido sin pecar y ser diáfanas amigas. Sus manos son mensajes que se visten de silencio, que se abrazan a la piel como fuego sobre el fuego.
Sus manos... eso es todo lo que tengo y eso es todo lo que quiero.