La I.A. y la Merche

Quedó la casa vacía.

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Hoy de la I.A. un cortito,
dos redondillas de amor y casi cumplió.
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Brillan tus ojos en el cielo
como estrellas que iluminan,
las sombras que mi alma habitan
y las sacan de su duelo.
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Tu risa es como melodía,
del susurrar de la brisa,
con ella el tiempo se desliza,
y en tus brazos, soy poesía.
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I.A.
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Mi poema
Quedó la casa vacía
En el vídeo con música y cantado 
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Oigo rugir las paredes,
tiemblan por desolación,
echan de menos los gritos,
las riñas en el salón,
se acabó la algarabía,
¡el vacío es amo y señor!
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¡Llora conmigo viejito!
Ya no  huele a discusión
ya se marcharon los niños,
quedó la casa vacía,
¡solos quedamos tú y yo!
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Miro hacia el jardín
y veo, ¡nada veo!
El caballo de cartón
despeinado y ojeroso
llora triste en el rincón,
le besa el jazmín sus crines
le miman las azaleas
y una rosa perfumada
le acaricia el corvejón.
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¡Llora caballito llora,
como llora el alma mía!
¡llora tú conmigo llora
uniéndote a mi dolor!
¡Quedó la casa vacía!
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La Barbi gime en el suelo
lleva rota la esperanza
lleno de barro el cabello
sin mangas la camiseta
y en los ojos una balsa
de llanto por desbordar.
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En su bolso mira y mira,
mira sí, pero no encuentra
una carta que le diga,
¿por qué se marchó la niña
sin venir a despedirla?
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Llora mi Barbi linda,
llora guapa muñequita,
únete al caballito,
a mi viejo y su candor,
y ¡hagamos del silencio un canto
para engañar el dolor!
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¡Hagamos risas del llanto!
¡Hagamos algarabía!
¡Qué no se entere la casa,
no se entere por favor,
que ya se quedó vacía!
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Mercedes Bou Ibáñez