Edgardo Zouza

Danza

Apoyo mis pies,
en la tierra que discurre,
en la tierra derramada.

Inagotable mutación,
imperceptible y manifiesta.

Danza infinita.

La tierra danza
al ritmo del corazón
del universo,
que es el mismo latido
del corazón del sol.

Todo danza.
Todo es danza.

Enseñamé a escuchar.
Detrás del ruido,
detrás del detrás.

Danzan los árboles,
y acarician el cielo.

Los cadáveres danzan,
en el abrazo de la tierra
nutriendo,
transformándose.

Danzan el mar y la luna,
las abejas y el polen,
elefantes y mariposas.

Todo danza.
Todo es danza.

Enseñamé a silenciar mi ruido,
y a oír la música
de los astros y la hierba.

Ensañamé a sentirla
en cada partícula que me constituye,
en cada partícula
que danza y canta,
a través mío,
desde mí,
con todo lo que es.

 

Lumínicos hilos

vibrantes de danza y música

tejen mi destino incierto

en el telar etéreo

de mi cuerpo abierto.