Vasile Serban

La carrera de la vita

A mi hermano, de otra madre,  
Escribo desde aquí, más allá del horizonte...  
Que la vida es extraña para todos.  
Una bola de hilo suave, sin propósito.  

Somos lo que todos somos.  
Algunas máquinas que caminan sin ruedas,  
Chispas de llamas que queman a cada uno,  
Un solo camino y ningún otro lugar.  

El asfalto y la dura grava de la vida  
Están desgarrando la carne de nuestro cuerpo entero.  
Y con cada amanecer y atardecer  
Nos volvemos más pequeños, y empieza a doler.  

Nos saludamos, llorando en las cruces,  
Y nos despedimos en las paradas.  
Luego, dejamos nuestros lugares a otras generaciones,  
Porque en la carrera de la vida, al final, morimos.