Aquella tarde, que te marchaste
enojada del portazo, tiraste
hasta la cerradura.
Quedó dañada y la puerta también.
Lo bueno es que ya no vas hacer lo mismo porque,mandé arreglar y no tendrás como
abrir.
Conmigo será difícil hablar
porque, ya me cansé de tus berrinches
y, tu vocabulario que no son sanos.
Que bonito se vive en mi casita, sin tener
que aguantar tus bulgarridades y, de
amor mejor buscó en la calle aunque
lo tenga por un rato, recibo un buen
trato y así vivo felíz.