Tres de la mañana
me asomé a la ventana porque,
Escuché ruido en la calle.
Qué sorpresa la mía, pasabas vos
con amigos; todos borrachos.
Según tú, estabas muy mal de salud.
Al otro día no sé que pasó,
que ni tus amistades fueron a cuidar de tí donde estabas.
Quieres que yo lo haga, lo lamento porque,
mi enojo contigo todavía no se me pasa.
Me dijiste la última vez que hablamos,
contigo no gracias.
Hoy solo puedo rezar una plegaria por tí,
para verla buena y sana, así de fácil
se lo digo.
Busque sus amistades
que con ellos pasa a lo bien.