Tu cuerpo anima al testimonio
me enseña a vencer aquello que me priva del paraíso,
derrota oscuridades.
Hace que escriba con claridad
y quién no escribiría con claridad
si entremezclando corazones,
tu cuerpo alivia lágrimas vertidas en este cálamo de incienso
y mata esta fatiga.
Tu cuerpo truena en este portal
anunciando tempestad de pasiones
...Mi casa, mi vida…
y aun cuando haya pasado mi figura de este mundo podre recordarlo,
ni esos sueños profundos que me robaron memoria podrán impedirlo.
Mi amor, cuando recuerde no haber sufrido tanto gracias a ti,
que los momentos donde imagino desprenderme,
sean la turbación de mi estancia.
Tu cuerpo es símbolo de amor imperecedero
y dispuesto he de pasar de esta vida a la otra
si detrás de ti voy para anunciar como es vivir en verdad.
JUSTO ALDU
Panameño
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