Me iré,
buscando la felicidad;
lo haré,
buscando unas verdades;
también será.
Me iré,
recordando que los billetes
no lo son todo.
Buscando sin miedo,
a veces, las tinieblas
no tienen por qué
hacerte temblar.
Me iré,
aunque digan que el faro
ya está desgastado;
no importa el óxido,
quizás aún sirva para algo.
Me iré.
Pensarán que soy pobre,
pero no sabrán
que la riqueza
se encuentra en el fuego
de la mente
y la lucidez
de cada uno.
Me sostendré
en los mismos pasos
que me enseñaste
tú y él.
Sé que es lo mejor.
Sé que, más allá,
haciendo el bien,
la alegría no debe
por qué faltar.
No lloraré,
aunque sensible
sé que soy;
al viento lo diré y gritaré.
¿Mas qué haré,
si uno mismo
no se esfuerza?
Poco a poco,
las ganas van a decaer.
La vida
no es para siempre.
Es mejor intentar,
es mejor rebuscar
y hallar los gustos
que, sentado en rocas
y pegamento, quedarse así,
sin darte cuenta,
en algún momento notarás
que te irás muriendo infeliz;
no arriesgándote a soñar.