03-09-2004
LA SIGO AMANDO
Yo la amo interminablemente
sin condición, sin medida sin alguna duda
noo porque decida yo, o la vida o el universo
si no porqué así lo quiere el corazón
y al corazón no le puedo obligar ni detener
que deje de sentir ese amor
tan fuerte por ella
y es absurdo, carencia de sensatez
hasta mediocre diría yo cuando
se quiere mandar en el corazón
cuando el corazón yaaa
ya decidió a quien amar
Por eso lo he dejado que haga lo que quiera
aunque mi cuerpo, mi piel y mi mente
se desgarren sin la esperanza
de algún día tener un abrazo suyo
de sus labios un candente beso
de sus manos una caricia,
y de su boca palabras de amor
que me embriague.
Mi corazón le amará siempre
y de mi que importa yaaa, que importa de mi
si al final el alma y el corazón
se van a desprender de este cuerpo
si piedad ni magnanimidad.
Y cuando deje de existir
este cuerpo ya sin alma y sin corazón
no dejará una huella
como deja el corazón y el alma,
el cuerpo por ser cuerpo
es carne y débil por eso no deja huellas
como deja un corazón que ama
porque de ahí se escribe historias
y el alma que es eterna
como es eterno este amor
por ti Carmita amada.
Autor. Guido German González Villavicencio.