Búscame entre las sombras de la noche,
en el conejo de la luna llena,
en el silente vuelo de las voces
que enseñan la doctrina más secreta.
Búscame en la madeja de la abuela,
búscame entre las sombras de la noche,
en lo parsimonioso de tus telas
en donde mi espectral caricia toque…,
roce y subyugue a tu recuerdo ocre.
El grillo canta mis canciones, ¡Bella!
Búscame entre las sombras de la noche,
en el sueño relente que te aqueja.
Las horas son oníricas y plenas
y el vuelo de mis besos no conocen
barreras en las alas de esta era…
¡Búscame entre las sombras de la noche!