Tercera dimensión…
Donde la vida sufre
un adiós de soles inmaduros
de un Amor sin juramentos;
corazones caídos en apuros.
Amores de cielos fáciles,
pariendo sudores caníbales,
gozadores de carne fresca,
enjambres de termitas
embriagadas de fiestas.
Tercera dimensión…
Donde se ama y se odia
sin remordimientos;
libretos de almas necesitadas
con sus cuerpos dispuestos.
Cuarta dimensión…
Almas en pañales
zarandeando paja mundana,
buscando granos dorados,
de validas experiencias,
a cuerpos amarrados.
Quinta dimensión…
Almas sin pañales,
finalmente, graduadas
con flores en su corazón,
producto de los renacimientos
tras la gran Resurrección.
Angel Miguel