Mujer, extraña, moras en mis sueños perturbados,
en ellos dejaste marcado, mi corazón y abierto.
solo tu amor dejará mis padeceres aliviados,
pero no dormido, sino en vigilia... despierto.
Sueño fabulosas historias y aventuras
de hadas, duendes y genios endiablados,
recorriendo con mis manos tu vientre y tu cintura
explorando tus mágicos laberintos encantados
Sueño mis labios deseando los tuyos, con ansias,
remarcando sus bordes en delicado contorno.
Sueño gozar tus dulces aromas y féminas fragancias,
en lo profundo de tu ser, pero sin soborno.
Mi mente entrelaza ideales sentimientos,
asombro, angustia, alivio, que se funden,
y doblegan sin razón mis pensamientos
al creer que es pasión, y los confunden.
Agoniza mi alma, de saber que tienes dueño,
parezco enloquecer, pues no soy correspondido,
pero me consuela saber que es sólo un sueño
y que mi amor también está comprometido.