Nuestro encuentro,
¿Recuerdas nuestro encuentro?
Estoy casi segura;
algún ángel travieso ya tenía pactado
cuando seria tiempo.
Un encuentro casual, miradas coincidiendo,
fue la hora, el momento;
un cielo claro oscuro, la calidez de un verso
y en mi jardín brotaron rosas, para un te quiero.
Que te quiero mi vida, que quererte no puedo,
y el traje que esperaba se quedó en el silencio,
murieron los azahares y me abrace a tu verbo
a tu aroma salvaje de lavanda y romero.
¡Qué días para amarnos! ¿Recuerdas? Yo recuerdo,
no podía esperarme, te llevaba en mis sueños
viajaba a cada hora, escapaba en secreto
mis besos más profundos los regale a tus besos.
Fue un explosivo amor, una pasión voraz que recorría el cuerpo,
vestidos de distancia, desnudos de silencio
ardiendo como leños, en encuentro y reencuentro;
hoy por siempre guardados en un libro de versos
y fui y soy tan feliz reviviendo lo bello.