Jhetsefany

Viejito

 

Sea todo amor, un concepto abstracto
que al medir, no nos ofrece valores.
No nos da, no nos pide los honores
de las ansias que llevan todo pacto.

Sea el tiempo la razón del contacto
entre vidas tan altas en dolores,
y no hablan ni dan voz a los deudores
al querer que lo bueno quede intacto.

Tiene sombra toda alma solitaria
y se expresa dando ecos con el grito.
Tiene sombra que por sombra es corsaria,

con la luz,  la que sabe solo a mito.
Es recuerdo y por ello muy precaria
como vela en el alma del viejito.

Y siempre al final queda algo,
siempre queda algo pendiente
que podría ser corriente
sin ser proclama de altar.
Porque electora es la vida
en lo que da, lo que niega,
por la justicia no ciega
queda el querer perdonar.

Por soledades impuestas
en muy estrechos caminos
contando pares divinos,
siempre con número impar.
Porque aquello que llevamos
solo es eso que nos donan,
y si por ello perdonan,
queda el querer perdonar.

Por olvidos y desprecios
entre densos carnavales,
que son solo temporales
en una calle vulgar.
La verdad, hija del tiempo,
enseña el son de la rueda
que al moverse deja un queda,
queda el querer perdonar.

Porque es sabio el que perdona
al que por edad no sabe,
y vive con el jarabe
de lo simple, lo seglar.
A ese viejito, mil gracias,
mas, por favor sol poniente,
para los de sol naciente,
queda el querer perdonar.

 

 

Jhet