Alicia Higueras

LA SOCIEDAD CON LA TERCERA EDAD

 

A la tercera edad tendríamos que alabar,

que cuidar, que escuchar y estar más.

La sociedad con ellos no tiene piedad...

Humanizar es progresar; integridad es respetar.

 

Mi responsabilidad es protestar,

por su bienestar, su dignidad, por su salud mental.

Son sabios que admirar, no tienen ninguna maldad,

con la capacidad ejemplar de empatizar,

con la lealtad, la bondad, la humildad…

que le hace falta a la humanidad, ¿verdad?

 

Un gobierno con discursos llenos de «peros» que ni entendemos,

no son sinceros por su vocabulario técnico, es patético...

Son muy simpáticos, enigmáticos, carismáticos…

Y a la hora de la verdad se lavan las manos.

Nuestros mayores siempre acaban mal parados.

Merecéis ser juzgados.

 

Ellos son los perjudicados y se quedan callados.

Si permitís esto no sois cristianos; Dios no perdona tantos pecados.

Todo tiene un límite, y ahora vais a ser castigados.

Aprender a ser honrados o tendréis que ser encerrados.

 

Y si no tienen pensión, se vuelven invisibles para la nación.

Pero su corazón sigue latiendo con fuerza, con pasión.

Son los guardianes de la tradición, la sabiduría en acción,

merecen respeto, amor y comprensión.


Ellos siguen rezando para llegar a fin de mes, con estrés.

En España cuentan la historia al revés cada dos por tres.

Yo hoy quiero daros las gracias por construirnos un mundo,

darme vuestra sabiduría a cambio de poesía.