La verdad
no encuentro las razones aquí;
no hallo el amor acá,
tampoco la paz.
De verdad,
no encuentro el principio
ni el final;
nada contrasta al fin.
Cierto es,
no encuentro el hogar aquí.
No hallo las cuestiones,
tampoco la felicidad.
Solo veo
riqueza en cortos pensamientos,
riqueza en la posibilidad,
riquezas en lo material,
pero no hay casi pan.
La culpa
eres tú, país,
hundido en la nube gris
del manantial.
De solo reír,
te olvidaste
del bien vivir.