Fue entre Astros Sin Luces
Fue entre Furtivos, Escapados e Inciertos
Ciclos Lunares, de Soles que
Oprimió el Mitológico Centauro
En su Cabalgata Ardida de Nombres.
Ignotos, Delirantes Insomnios.
Sangre en Pesadillas.
Desérticos Amores.
Fervor de Altivas Cruces
Queman ya, las Quemadas Voces.
Delatan el Sabor Pretérito de lo Vivido,
En Gotas de Sal y Sangre Agazapadas
en el Preludio Ausente que
Cantó un Ave en la Esquina Esquiva
De aquel Pétalo en Cenizas
que Lloró su Suerte entre Sombras.
Amor Perdido en el Vacío que Tronó la Otredad,
La Mella Indiscreta de la Augusta Nostalgia.
Fue la Perdida Razón.
Fue la Frenética Locura.
Que Se Ancló en la Esperanza Furtiva
de la Entraña Adormecida
De un Alga entre Mareantes Tinieblas.
Se Deshizo en el Fragor de un Presente
Sin Ausencias, sin Nombres.
¿Volverá la Noche de Punibles Preguntas?
¿Volará la Noche entre Incendios de Brasas?
¿Será la Humana Carne
Eterna en su Constante Latido?
Perenne Ser que Renace lo Humano
En el Vivir del Cero que
Sin Manchas evoca lo Pasado.
Lacera el Vivir.
Mata el Porvenir de Incólume Acero.
Arderá Ya! Sin Prisa ni Pausa la Savia Mítica
Inmersa en la Humanidad Toda
Del Incierto, Mutilado,
Vasto Orbe.
(Patricia)