A decir verdad
la primera vez, que te vi
sentí, algo que te explicó ahora
Fue ahí, cuando entendí,
la sencillez,
con la que un ser se enamora.
Los sentidos, y los latidos
se entrelazan sin demora
el deseo de llenar los vacíos
sin importar el desafío aflora.
Ese día tuve evidencia
de que nada pasa por coincidencia.
Deje a mi mente en libertad
de apresar en ella tu imagen,
que se rinda a tu voluntad
y tu energia en la mía encaje.
Deje que tu voz me guíe
para iniciar esté bonito viaje,
qué, mi curiosidad mitigue
el encanto de tu acento;
suave y dulce como un canto
escucharte me mantiene atento.
Se ha vuelto para mi,
un tanto serio
develar en tí,
todos tus misterios.
Te ví y me perdí
en la belleza de tu mirada
encontrando ahí
una sorpresa que no esperaba,
percibí como tus ojos
me miraban
y sentí el antojo
que tu alma me acariciara.
Sonreiste y pensé para mí
me prometo hoy
voy a develarte quien soy
y descubriré tus secretos.
Encontré el valor en el deseo
para escribirte esto,
es eso lo que creo.
Te pienso y quiero provocar
en ti emociones
que no puedas controlar,
y estas sean razones
suficientes para amar.
Que si fui coleccionista de penas
contigo sea de sonrisas,
y de noches buenas.
Que seas el botón en mi camisa
y ser parte de tus noches plenas.
Que al amanecer
con cada paso que demos
el camino podamos recorrer,
y si paciencia nos tenemos
nos aproxime al punto
donde estamos siempre juntos
comiéndonos el mundo.
Y si me vuelvo duro de amar
solo ámame suavemente
atraviesa mi alma
con tu carisma;
llega a mi mente
y espía la misma.
La piel en si misma
no es piel sin caricias.
Que un beso te muestre
al camino de las delicias,
de mis miedos y mi fragilidad.
Que tu virtud sea la voluntad
de mis deseos
y tu seas la verdad
que en mis ojos veo.