Termina la tarde, y quedan solitarias
las calles que suenan con mis pasos.
Sólo unos lejanos faros
dejan brillantes las gotas descuidadas.
Como una playa de estrellas,
su marengo se torna no agresivo
y consiente con sigilo
mis pasos pisoteando sus aceras.
Es así como transcurre mi camino,
repleto de minúsculas sorpresas,
a veces hojas caídas, otras, sólo lluvia…,
…yo busco vida a pesar del asesino,
y mantengo mis fuerzas siempre ilesas,
y camino por las calles que me llevan hacia Nuria.
01.12.2011