Los días pasan,
los meses, los años
y la vida tiembla
como castillo de arena.
Se esconde el sol,
la luna se olvida
y en un mar sin estrellas
las noches son negras.
Los huesos nos crujen,
las manos se inquietan
y vuelven las penas
como lluvia seca.
Y la tierra llama,
el canto se apaga
y el viento despeina.
Los cabellos canos,
las hondas arrugas,
y las horas en vela.
Ya no somos niños,
ni tampoco jóvenes.
solo la estela blanca
entre olas eternas.
Los días pasan,
los meses, los años
y ya nada espera.