Bajo un arbol otoñal
y con las manos libres al viento
observo el horizonte tardio
y escucho trinar dos pajaros salvajes
Uno trae dulce canto que acaricia el viento
y el otro suena amargo que quiebra el alma
uno embelesa la vida
y el otro trae un vago recuerdo de mi infancia
En esta tarde de otoño
y de silencio profundo
estas aves...anidan mi corazón