Augusto Fleid

Desdibujando un garabato

En la penumbra de la voz,  

un garabato se desliza,  

anhelando un papel de piel  

donde susurra el eco de la esencia.

 

 

Despiertan los sentidos,  

con el roce cálido de las palabras,  

cada sílaba es un susurro,  

un murmullo que acaricia  

la noche entre sus sombras.

 

 

El lápiz danza sobre el vacío,  

sus trazos son estrellas caídas  

que buscan la luz de un nombre,  

y en cada línea, una historia  

se despliega como alas en el viento.

 

 

Hay un garabato en los ojos,  

un reflejo que busca su ser,  

dibujando la silueta de un sueño  

en el lienzo del alma,  

donde las letras son caricias  

y el silencio, un océano profundo.

 

 

Deseo que el tiempo se detenga,  

que cada palabra florezca  

como un jardín en la bruma,  

y que el garabato encuentre su lugar

en el abrazo, en una mirada,  

en el refugio de un latido.