Gulliver

NOCHES SAGRADAS

Sencillas cosas en noches serenas  
agobian dos almas que mueren de ganas.  
Reciben la noche con ansias de anhelo;  
perfumes dorados se hacen tesoros  
de labios que rociaron llamas.  

 

Nuestras sombras tornadas en destellos, susurros parecen de ensueño.  
Caricias que cabalgan y surcan tu espalda, acalladas por la fuerza de tu mirada,  
dibujando destrezas en la cama.  

 

Tus manos me encuentran, se aferran con fuerza;  
cada latido resuena en tu pecho.  
Y en el silencio profundo de la noche,  
dos corazones laten al unísono.  

 

El tiempo se desvanece, el mundo añora; dos almas en su danza sagrada.  
Las sencillas cosas son joyas divinas;  
con las manecillas del reloj, tu cuerpo se mueve en armonía.