Superó su tan terrible destierro con palabras.
Con pensamientos, con frases con sentimientos pensados.
Se enamoró en un sueño y despertó con nostalgia.
Se murió en su sueño y despertó en un infierno,
porque nunca fue tanto lo que esperaba desde el mundo vivo.
Y no sé cuántas cosas dejó pasar por su corazón,
dejó pasar mucho fuego, pero también mucha agua y humedad.
A veces se volvía muy frío y el agua muy turbia,
y en esos momentos sencillamente se acostaba o se paraba y de allí no se movía.
Cuando sus ojos se cansaban los cerraba,
y entre cada pestañeo una figura se formaba en la oscuridad.
Si parpadeaba rápido parecía incluso que la figura estaba viva
(un monstruo saludándolo).
Ahora no sé dónde está,
me lo contó todo y yo lo recuerdo,
él se alejó al bosque solo,
muy solo el bosque.
Y recuerdo en mi mente todo su cansancio,
recuerdo con una extraña pesadumbre en mi frente todo su cansancio,
y espero, de verdad deseo,
que se encuentre bien aquel hombre.